27 ene 2014

Tiendas con historia: La yurta

Campamento mongol

La yurta es una tienda de campaña utilizada por los nómadas en las estepas de Asia Central (Mongoles). Distintos pueblos han usado este tipo de vivienda desde la Edad Media. En la Edad Media, la vida nómada de los mongoles obligó a que tuvieran una vivienda para sus constantes desplazamientos. Esta tienda de campaña estaba protegida por una gruesa cubierta, era fácil de transportar y óptima para soportar los intensos cambios climáticos de Mongolia.

La visita a una yurta implicaba un riguroso ritual protocolario. Se podía ejecutar a una persona por el solo hecho de entrar en la yurta de un mandatario sin haber anunciado previamente su visita.

Su influencia en la cultura de Asia Central se ve reflejada en los diseños del escudo de Kazajistán y la bandera de Kirguistán, ambos adoptados en 1992.

Yurtas originales
Partes de una yurta original.

En la antigüedad, la yurta era modular y desmontable, pues estaba formada por varias partes y realizada con diversos materiales. Las actuales conservan la forma, pero los materiales utilizados en su construcción se han cambiado por otros más evolucionados y mejorados tecnológicamente. Por ejemplo, resultan ahora más ligeros, resistentes e ignífugos. Sus partes más diferenciadas eran:
Recubrimiento: La tienda estaba cubierta por varias capas de paja y lonas de lana. Su número variaba dependiendo de la estación del año.

Anillo: Agujero que se encontraba en la parte central superior de la tienda. Soportaba la carga del extremo de las vigas más hacia el interior y, al mismo tiempo, permitía la salida de humo y la entrada de luz al recinto.

Jana: Eran las paredes de la tienda y se formaban con un entramado de maderas. Se encargaban de soportar el peso del otro extremo de las vigas hacia el exterior, sin necesidad de usar cuerdas tensoras.

Puerta: Estaba delimitada por un marco de tablones sujetos al jana con cuerdas. Podía tratarse de una simple lona reforzada en su parte posterior con una madera con bisagras.

Vigas: Daban una forma redondeada al techo. Se apoyaban sobre la parte superior del jana y se extendían hasta el anillo. Por la forma en que eran colocadas no requería de pilares de refuerzo en el centro de la vivienda, lo que otorgaba un mayor aprovechamiento del espacio interno.

Cortina: Se ubicaba a cierta distancia de las paredes, colgada de las vigas. Su función era la de separar el espacio común del centro de las áreas privadas.

El  montaje de una yurta no requiere más de un día (para los mongoles unas pocas horas), pero es una estructura estable que aguanta climas extremos y fuertes temporales, algo fundamental en la estepa mongola.

Interior de una yurta al estilo occidental
En los últimos años, la yurta se ha convertido en una alternativa a la vivienda tradicional también en Occidente. Son baratas y espaciosas, lo que las hace perfectas para una vida en el campo. Y no solo son aptas como vivienda, sino también como un bonito anexo en tu casa de campo.

En España hay al menos cuatro empresas y/o personas que venden y montan yurtas. 




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